Artículos
Sección: El
Salvador
Publicado: Junio 2003.
Carta
del Dr. Enrique Zelaya (ONUSIDA) al Periodico Diario de Hoy, El Salvador
Amigos
y Amigas:
Por
considerarla de mucho interés, les enviamos la carta que el
Asesor de ONUSIDA, Dr. José Enrique Zelaya, le envió
al Diario de Hoy de El Salvador. El 28 de mayo de 2003 este periódico
publicó un editorial totalmente intolerante e injurioso contra
las personas que viven con VIH/SIDA y contra gays. Las reacciones,
críticas y protestas a este diario no se han hecho esperar.
Si desea
leer el editorial, lo puede encontrar en la página web de ese
periódico a http://www.elsalvador.com/
( Atte:
Richard Stern y Guillermo Murillo, Asoc. Agua Buena)
Ciudad
Guatemala, 6 de junio de 2003
Señores
El Diario de Hoy
San Salvador,
El Salvador
sugerencias@elsalvador.com,
opine@elsalvador.com
Pte.
Estimados
Señores:
Con suma preocupación y en nombre del Programa Conjunto de
las Naciones Unidas contra el VIH/SIDA, ONUSIDA, del que soy su Asesor
para El Salvador, entre otros países centroamericanos, me dirijo
a Uds. en atención al editorial aparecido el día 28
de mayo recién pasado titulado: "Lecciones del SIDA para
combatir el SARS". El Sr. Guillermo Murillo nos ha copiado su
reacción al editorial mencionado, gracias a ello hacemos nuestro
comentario a continuación.
Coincidimos
con Uds. en que la epidemia del VIH/SIDA nos ha permitido aprender
una serie de lecciones que son útiles, no solo para enfrentar
la amenaza mundial que representa el SARS, sino que también
para combatir otros problemas que a diario enfrenta la Salud Pública
de nuestros países, especialmente en la región centroamericana.
Entre las lecciones más importantes y de las que más
hemos aprendido, es que solo en el marco del respeto irrestricto a
los derechos humanos, seremos capaces de brindar una respuesta amplia
e integral al VIH/SIDA. Así lo demuestran las experiencias
exitosas con las que se ha logrado contener y detener la expansión
del VIH y del SIDA en algunas regiones del mundo, estas experiencias
se han basado en la tolerancia y el respeto a las personas, independientemente
si son
portadores del VIH, están enfermos por el SIDA ó de
la preferencia sexual de estas personas.
Sin embargo,
a más de veinte años del inicio de la epidemia, persisten
los prejuicios, el estigma y la discriminación.
El estigma,
la discriminación, el silencio y la negación solo impiden
que los esfuerzos de prevención y tratamiento sean efectivos
y aumentan el impacto de la epidemia en los individuos, las familias,
las comunidades y los países. El estigma y la discriminación
son provocados por muchas fuerzas; entre ellas, la falta de conocimiento
sobre la enfermedad, los mitos sobre los modos de transmisión
del VIH, los prejuicios, la falta de tratamiento, las informaciones
irresponsables de los medios de comunicación sobre la epidemia,
el hecho de que el SIDA sea incurable, los miedos sociales en torno
a la sexualidad, los miedos relacionados con la enfermedad y la muerte
y los miedos relacionados con las drogas ilícitas y el consumo
de drogas intravenosas.
A menudo
se cree que las personas con el VIH/SIDA merecen su destino porque
han hecho algo malo. Con frecuencia estas "malas acciones"
se vinculan con relaciones sexuales o con actividades ilícitas
o reprobadas por la sociedad, como el consumo de drogas intravenosas.
Los hombres infectados pueden ser percibidos como homosexuales ó
bisexuales "promiscuos" ó clientes de prostitutas.
Las mujeres con el VIH/SIDA son percibidas como "promiscuas"
o profesionales del sexo. A menudo, la familia y la comunidad perpetúan
el estigma y la discriminación, en parte por miedo, en parte
por ignorancia y en parte porque resulta cómodo culpar a quienes
se han visto afectados primero.
El estigma
y la discriminación hacen que las personas con el VIH/SIDA
sean percibidas erróneamente como una especie de "problema"
y no como parte de la solución para contener y controlar la
epidemia. No obstante, en algunos países el panorama está
comenzando a cambiar. La mayor disponibilidad del tratamiento antirretroviral
puede empezar a modificar profundamente los prejuicios y actitudes
arraigados, ya que contribuye a que el VIH/SIDA sea percibido como
una enfermedad controlable a largo plazo, haciendo posible que las
personas sean más abiertas con respecto a su estado serológico
si el acceso al tratamiento es sostenido y está asegurado.
El tema
fue ampliamente discutido durante el período extraordinario
de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre VIH/SIDA
en junio de 2001, cuya Declaración de Compromisos, aprobada
y firmada por sus estados miembros, entre ellos El Salvador, subraya
el consenso global en torno a la importancia de enfrentar al estigma
y la discriminación provocados por el VIH/SIDA, reconociendo
que la consecuencia ha sido que los políticos y los responsables
de formular y aplicar políticas no actúen de la manera
oportuna y urgente que el problema amerita. Esta Declaración
reconoce que:
"El
estigma, el silencio, la discriminación y la negación
de la realidad, así como la falta de confidencialidad, socavan
los esfuerzos de prevención, atención y tratamiento
e incrementan los efectos de la epidemia en las personas, las familias,
las comunidades y las naciones"
Para
ello propone asegurar la aplicación de estrategias, incluyendo
leyes y reglamentos, que hagan frente al estigma, el silencio y el
rechazo de la realidad y eliminen cualquier forma de discriminación
y marginación.
En consonancia,
el ONUSIDA ha decidido centrar la Campaña Mundial contra el
SIDA de los años 2002-2003 en el estigma, la discriminación
y los derechos humanos. El objetivo principal de la campaña
es prevenir, reducir y, en última instancia, eliminar el estigma
y la discriminación relacionados con el VIH/SIDA, dondequiera
que se produzcan y en todas sus formas.
Muy respetuosamente
les invito a unirse a esta cruzada para llegar a una acción
guiada por la comprensión, la evidencia y la reflexión
detenida y basada en las experiencias cotidianas de las personas que
viven con y están afectadas por el VIH/SIDA. Les llamo la atención
en especial a evitar utilizar palabras y frases que además
de lastimar y señalar negativamente a las personas, no aportan
a la lucha contra el VIH/SIDA o cualquier otra enfermedad y por el
contrario facilitan la expansión y el impacto perjudicial de
estas epidemias.
Finalmente,
teniendo en consideración la fuerte influencia que los medios
de comunicación tienen y, en especial este medio, El Diario
de Hoy, que es tan apreciado e influyente en El Salvador, les invito
a promover el respeto a las personas y grupos, la tolerancia y comprensión
mutua para que sus lectores, en especial los que deciden el futuro
de la nación, tomen las mejores decisiones que efectivamente
lleven al combate de estos problemas sociales y de la salud pública
que tan gravemente nos afectan y amenazan con afectar a nuestra generación.
De Uds. con respeto y aprecio,
José Enrique Zelaya B.
Asesor
de ONUSIDA para Belice, El Salvador, Guatemala y Panamá
6ª. Ave. Zona 10, Ed. Plaza Marítima, Guatemala 01010,
Guatemala
Tel.
y Fax (502) 366 9299 E-mail: enrique.zelaya@undp.org