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Artículos

Sección: Regional
Publicado: Julio 200

Cómo Perder la Guerra al SIDA

Reproducimos la presentación del activista Gregg Gonsalves durante una de las sesiones de la Conferencia Internacional sobre el SIDA, por considerarla un verdadero examen auto crítico al trabajo realizado durante los últimos años.

Asociación Agua Buena
Traducido por: Abigail Leaver
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Cómo Perder la Guerra al SIDA

Charla Presentada en la 15ª Conferencia Internacional Sobre el SIDA, Bangkok, Tailandia, durante una Sesión sobre “Mejorando la Responsabilidad y Efectividad de la Asistencia Internacional para el SIDA: ¿Qué es lo que sabemos y qué es lo que se debe hacer? Sesión Sala N, 14 de Julio de 2004.
Gregg Gonsalves
Gay Men’s Health Crisis
New York, USA

“Nunca conocí un hombre que tuviera mejores motivos para causar todos los problemas que él causó” – Graham Greene, The Quiet American

“La caridad, como nosotros la conocemos, trata los síntomas humanos de una tragedia, la política tiene la habilidad para tratar las causas” Alex De Waal.

Buenos días. Mi nombre es Gregg Gonsalves. Soy el Director de Tratamiento y Abogacía para la Prevención del Gay Men’s Health Crisis, y también soy una persona viviendo con VIH.

Estamos perdiendo la guerra al SIDA. En el último año se registraron cinco millones de nuevas infecciones – el nivel más alto hasta el momento. De los seis millones de personas que necesitan tratamiento antirretroviral en los países en desarrollo, únicamente 440,000 lo están recibiendo.

Esto no puede llamarse progreso. Necesitamos ser brutalmente honestos con nosotros mismos y encarar nuestro fracaso, y radicalmente cambiar la manera en que realizamos nuestro trabajo. Algunos señalarán los pequeños logros que hemos obtenido con un sentimiento de victoria, algunos dirán que las cosas podrían ser peores, pero la suposición subyacente de estas perspectivas es que estamos en el camino correcto y necesitamos seguir lo que estamos haciendo con más recursos, menos burocracia, menos ideología. Yo quiero presentarles que mi opinión es que estamos en el camino equivocado y somos en parte responsables del apuro en que nos encontramos actualmente.

¿Quiénes somos y què responsabilidad tenemos en el fracaso de la guerra contra el SIDA? Nosotros somos el personal tanto de ONGs del Norte como internacionales, investigadores, periodistas, representantes de agencias bilaterales de donantes, fundaciones privadas, agencias de la ONU, funcionarios de salud pública. Yo me incluyo en este “nosotros” – lo que Alex De Waal ha llamado en otras ocasiones “el humanitario internacional”, y lo que podemos llamar aquí el día de hoy “el SIDA internacional”.

Partiré de la suposición que la mayoría de nosotros somos buenas personas con buenas intenciones, pero las buenas intenciones no son suficientes, como todos lo sabemos. Quisiera discutir varias formas en que realizamos nuestro trabajo que pueden tener resultados dañinos y no intencionados, y ofrecer algunas soluciones.

Hemos sido muy poco críticos con nuestros propios esfuerzos. Otros campos de ayuda humanitaria han sido mucho más auto-críticos que nosotros. Ya sea Alex de Waal sobre asistencia para la hambruna, Rony Brauman y otros de MSF sobre asistencia para situaciones de desastre – especialmente en zonas de conflicto, o David Reiff o Michael Ignatieff sobre los esfuerzos humanitarios en general, ha existido una cultura de auto-reflexión mucho más fuerte afuera del campo del SIDA que adentro.

Empecemos la conversación, mirémonos en el espejo – por más doloroso que pueda ser, no es nada comparado con la tasa de nuevas infecciones y muertes que enfrentamos, si no cambiamos la manera en que trabajamos.

Nosotros:

- Somos en gran medida responsables

- Somos auto-justificadores, buscando la sobre vivencia y crecimiento organizacional

- Somos los apoderados de las políticas de los principales países industriales

- Somos generalmente privilegiados, con compromiso internacional, en lugar de responsabilidad política local específico

- Estamos enfatizando habilidades y experiencia técnica más que el conocimiento local

- Estamos promocionando “desarrollo” o asistencia en lugar de cambios en patrones sociales.

Los que tenemos recursos, ya sea en calidad de donantes, activistas, periodistas, funcionarios de ONG o académicos, usualmente somos los que definimos la agenda. ¿A quién le brindamos cuentas? Ciertamente no a los países o personas con VIH/SIDA en países en desarrollo. Servimos los intereses de nuestros propios gobiernos del Norte, filántropos acaudalados, y muchas veces los nuestros propios.

No tenemos que brindar cuentas a las personas que importan más.

Hablemos de algunos ejemplos. Anoche fue hecho público un informe de la oficina de Contabilidad General de los EEUU sobre los esfuerzos en el campo del SIDA a nivel internacional por parte de la Administración Bush. Casi todo el personal de campo entrevistado para el informe identificó limitaciones de las políticas de los EEUU, en especial sobre el tema de medicamentos genéricos, como un desafío que podría limitar la habilidad de las agencias como la implementación del “PEPFAR” para ampliar rápidamente los programas de tratamiento. Estas limitaciones de las políticas han sido señaladas por gobiernos nacionales, activistas, científicos, OMS y otros, pero el Embajador Tobías descartará la importancia de estas observaciones, de nuevo diciendo que únicamente quieren asegurar que los genéricos sean seguros y efectivos. ¿El gobierno de los EEUU a quién le brinda cuentas?

Recientemente, en 60 Minutos (un programa de noticias de la televisión de los EEUU) se presentó una historia sobre le SIDA en la India, que destacó el trabajo que realiza ahí la Fundación Gates. En la historia, el mismo Bill Gates dice que el enfoque del trabajo de la fundación será la prevención, aunque el Dr. Suniti Solomon de la India en la misma historia dice que sus pacientes no vendrían a la clínica para educación y preservativos si no fuera por que les están ofreciendo tratamiento. ¿Bill Gates a quién le brinda cuentas?

Algunos activistas del Norte que están participando en esta conferencia objetan un estudio de tenofovir para proteger a trabajadores sexuales de infecciones de SIDA en África. ¿Estos activistas han conversando con los investigadores locales? ¿Han conversado con participantes en la prueba local? ¿Estos activistas a quién le brindan cuentas?

El año pasado en Kiev, intervine como activista con el Vice-Ministro de Salud de Ucrania durante una conferencia realizada en ese país sin decir ni pedir permiso a mis colegas Ucranianos. Al Vice-Ministro no le agradaron mis comentarios y los activistas Ucranianos tuvieron que arreglar la situación que yo creé. ¿A quién le brindo cuentas?

A la hora de buscar financiamiento, escribir noticias, abogar, realizar pruebas clínicas, brindar servicios directos, necesitamos basar nuestra agenda en los países y personas viviendo con VIH/SIDA en el mundo en desarrollo, no a la inversa. No importa si usted es George Bush, Bill Gates o mi persona, necesitamos “administrar nuestro propio imperialismo” como diría mi amigo Zackie Achmat, y preguntar qué es lo que se necesita, en lugar de decirles a los que tienen menos recursos y poder lo que necesitan y darles la oportunidad de crucificarnos cuando no lo hacemos.

En la carrera de la sobre vivencia o crecimiento organizacional, muchas ONGs del Norte e internacionales, académicos y activistas, institucionalizan prioridades que reiteran la importancia de su trabajo a sus donantes, distorsionando las necesidades reales del mundo en desarrollo.

¿Cuántas ONGs y activistas internacionales del Norte ahora proporcionan el desarrollo de habilidades para nuestros colegas en el Sur sobre la entrega de servicios, abogacía sobre tratamiento, asuntos de propiedad intelectual y otros temas en los que tenemos conocimiento especial y años de experiencia, y usan este trabajo para asegurar millones de dólares en financiamiento para sus propias organizaciones? ¿Les hemos preguntando que tipo de desarrollo de capacidades necesitan, y si realmente lo necesitan de nosotros?

El Instituto Nacional en los Estados Unidos está reorganizando toda su red de las principales pruebas clínicas este año. En los próximos cinco años esta red destinará billones de dólares a la investigación clínica. Gran parte de esta red se extenderá al mundo en desarrollo, mientras que el liderazgo de la red se mantendrá en los Estados Unidos. La agenda de la investigación quedará a criterio de los investigadores de los Estados Unidos quiénes tienen experiencia en asuntos clínicos específicos del Norte. ¿Tendrán oportunidad de respuesta muchas preguntas clínicas vitales de los países en desarrollo?

Sabemos cómo redactar acuerdos de donación, conocemos los donantes, sabemos pedir dinero para lo que sabemos hacer. En demasiadas ocasiones nuestras prioridades se convierten en las prioridades de nuestras colegas en los países en desarrollo. Los donantes necesitan ser más prudentes a la hora de financiar ONGs del Norte e internacionales, académicos y activistas en países en desarrollo, para asegurar que su trabajo realmente tenga importancia para las necesidades locales y como prioridad financiar directamente organizaciones locales.

Las ONGs del Norte e internacionales, en especial las que reciben financiamiento de los principales gobiernos del Norte y agencias multilaterales, terminan promocionando políticas y programas favorecidos por estos gobiernos y agencias.

Esto es muy aparente en los que son subvencionados por la iniciativa para el SIDA de Bush, la cual promueve el uso de medicamentos de marca sobre los genéricos, programas de prevención basados en abstinencia, y la cual ha impuesto restricciones a las actividades de trabajadores sexuales y drogadictos, y las nuevas organizaciones conservadores de abogacía que han surgido para defender las políticas de la Administración Bush, tales como el Proyecto “AIDS Responsibility”.

Pero existen ejemplos menos obvios en el sector de las ONGs. ¿Por qué, por ejemplo, quedaron en segundo plano las principales ONGs internacionales, incluyendo las que supuestamente representan personas con VIH u organizaciones sobre el SIDA, o las que apoyan la acción de la comunidad sobre SIDA en países en desarrollo, durante los esfuerzos iniciales para lograr incluir en la agenda de la ONU y gobiernos del Norte el acceso a tratamiento, y todavía son reacios para criticar estas agencias o gobiernos? Posiblemente, porqué como decimos en los Estados Unidos, no se debe matar a la gallina de los huevos de oro. Muchas de estas organizaciones tienen un apoyo fuerte de las agencias de la ONU o de gobiernos del Norte, y si el acceso a tratamiento no era prioridad para los EEUU o para la OMS, no era prioridad para ellos.

Organizaciones multilaterales como ONUSIDA, OMS, el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y el Fondo Global también son influenciados de manera indebida por sus principales donantes en el Norte. ¿Por qué existen límites al gasto del sector de salud en países como Kenya, dónde hay un gran número de profesionales en el área de salud capacitados desempleados que podrían ser parte del esfuerzo para acelerar el tratamiento en estos lugares?

La influencia política del financiamiento por parte de donantes necesita ser explícito y examinado y puesto abiertamente a mayor escrutinio público.

Una de las formas en que perpetuamos y damos mayor relevancia a nuestras acciones es mantener muchas de las discusiones sobre VIH y SIDA en el contexto internacional, y hablar sobre asuntos claves totalmente divorciados de su contexto local.

También a menudo escuchamos que “la comunidad internacional debe hacer más sobre el SIDA”. Pero la comunidad internacional no existe como una institución, hay países y los países tienen líderes. Mientras instituciones internacionales como la OMS, OMC y el Fondo Global desempeñan un papel importante en la epidemia, demasiado frecuentemente nos dirigimos a ellos en busca de soluciones y creemos que los asuntos pueden ser resueltos en Ginebra.

Los asuntos relacionados al desarrollo de sistemas de salud, capacitación de trabajadores en el área de la salud, comercio, propiedad intelectual y salud – la lista es infinita – tiene contextos locales específicos y las soluciones se van a tener que encontrar en su punto de origen. Sin embargo, muchos de los recursos para tratar estos asuntos terminan en Ginebra, o con ONGs internacionales, o en consultores para tratarlos a nivel “internacional”.

Necesitamos poder financiar análisis locales, desarrollar soluciones locales y, lo más importante, transferir la responsabilidad de implementar estas soluciones a los líderes locales.

El SIDA cada vez más frecuentemente está siendo tratado como un problema técnico, y hemos visto una proliferación en el financiamiento para asistencia técnica, “toolkits”, con ONGs del Norte e internacionales, académicos y consultores a menudo brindando esta asistencia técnica y estos materiales. Esto no fomenta el desarrollo de procesos locales, y la búsqueda de expertos locales, en busca de la solución, sino que mantiene un ambiente donde el conocimiento fluye del Norte al Sur, mientras el dinero fluye siempre para el Norte.

Recalco, los donantes tienen que invertir en procesos locales para resolver los asuntos, aunque muchas veces es más fácil financiar una ONG internacional o del Norte, académico o consultor, especialmente cuando hemos trabajado o conocido uno durante años.

Muchos de nuestros esfuerzos sobre VIH/SIDA han sido enfocados hacia la asistencia financiera de programas, y es claro que los países no tienen los recursos internos para acelerar los programas sin estos fondos. Sin embargo, sino se destinan esfuerzos para politizar el SIDA a nivel de país, dónde los líderes paguen un precio político por NO asumir la responsabilidad antes sus propios ciudadanos y personas viviendo entre sus fronteras, nunca vamos a ganar la guerra al SIDA.

El SIDA es esencialmente un problema de gobierno, de líderes que no ofrecen compromiso o compromiso parcial a la lucha y se salen con las suyas.

Los donantes necesitan apoyar la movilización de las comunidades en los países en desarrollo y coaliciones de grupos con fines en común en la lucha por el derecho a salud en estos entornos, si deseamos ver una respuesta adecuada y sostenible a la epidemia a largo plazo.

Ayer estuve conversando con una vieja amiga, una periodista que ha cubierto el SIDA desde que tengo memoria. Ella y yo estábamos lamentando el estado actual deprimente de los asuntos. Ella me dijo, “Creo que hemos perdido nuestro camino”. Yo sólo podía darle la razón.

Debemos encontrar una salida, y el primer paso es mirar fuertemente hacia nosotros mismos.

He utilizado muchas fuentes para realizar esta presentación, particularmente el trabajo de Alex De Waal sobre alivio para la hambruna, pero su trabajo es simplemente una forma de pensar sobre la manera en que hacemos el nuestro.

No espero que lo que haya presentado el día de hoy me haga popular, pero espero que finalmente nos ponga a hablar. Y ahora, me gustaría escuchar lo que ustedes tienen que decir.

Información de contacto en Nueva York:
GMHC,
119 West 24th Street,
NY, NY 10011,
P phone: 212-367-1169,
correo electrónico
greggg@gmhc.org o
gregggonsalves@earthlink.net

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