Artículos
Sección: Guatemala
Publicado: Noviembre 2007
Tratamiento Antirretroviral en riesgo para usuarios del IGGS
Burocracia en sistemas de compra pone en riesgo el éxito del tratamiento para cientos de usuarios
Por Lídice López Tocón*
Con la colaboración de Joel Ambrosio
Desde finales de los años 90, el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS) brinda atención a personas que viven con VIH y SIDA (PVVS), incluyendo la provisión de tratamiento antirretroviral. En la actualidad, las PVVS beneficiarias superan las 2500.
Sin embargo, a pesar de los años de experiencia en la atención, el IGSS no parece haber revisado y modificado los procesos de compras y contratos con proveedores de medicamentos antirretrovirales, de tal manera que la provisión del tratamiento no se vea interrumpida y no afecte a decenas de PVVS.
Desde el año 2005, se tiene registro de irregularidades en la provisión de medicamentos, lo que dejaba a cientos de usuarios sin tratamiento por varios días o semanas[1][1]. En mayo del presente año, se registró la interrupción de la provisión de algunos medicamentos a usuarios del IGSS: lopinavir /ritonavir, efavirenz, lamivudina y zidovudina, situación que fue denunciada en su momento ante la Gerencia de la institución y ante la Procuraduría de Derechos Humanos por la Asociación Vida.
Luego de una semana de hecha la denuncia, la Jefe de Farmacia del Hospital General envió un comunicado señalando que se contaba con una provisión de todos los medicamentos señalados para 6 o 10 meses. Es decir la situación se había remediado, mas no previsto, ya que las personas afectadas debieron buscar por sus propios medios los medicamentos requeridos, o simplemente, interrumpir la terapia por el periodo de desabastecimiento (lo que puede significar varias semanas o meses para PVVS del interior que no cuenten con recursos para volver a la ciudad capital para recoger la provisión de medicamentos).
Nuevamente, en noviembre 2007 enfrentamos una situación de desabastecimiento de lamivudina y una anunciada interrupción de la provisión de estavudina.
Las razones de estos desabastecimientos son: la mala gestión de stock, que se refleja en registros de usuarios de antirretrovirales diferentes entre los médicos tratantes, la farmacia del hospital y la administración general, esta última encargada de tramitar las compras de medicamentos. Por otro lado, los contratos de compra, son muy permisivos con los proveedores, permitiéndoles demoras de hasta 30 días sin imponer penalidades significativas. Finalmente, la administración debe lidiar también con retrasos en las autorizaciones de presupuestos para compras de emergencia.
El impacto
Debido a que los diversos programas de tratamiento que hay en Centro América son recientes, no se cuenta con indicadores precisos o estudios de los efectos que estos desabastecimientos, o falta de adherencia de parte de los proveedores de salud, tendrían en las personas que viven con VIH y Sida y en el éxito del tratamiento.
Sin embargo, se puede prever, de acuerdo a los estudios que analizan la baja adherencia de los usuarios, que las terapias fracasarán en el mediano plazo y será necesario contar con nuevos esquemas efectivos y más costosos para responder a la resistencia.
Para muchos usuarios de los servicios del IGSS, estas interrupciones de tratamiento, pueden significar también, el despido de sus centros laborales, ya que deben ausentarse frecuentemente para retornar a Ciudad de Guatemala en búsqueda de los medicamentos. A esto, debemos añadirle el gasto de bolsillo en transporte, alimentación, etc. para usuarios del interior, lo cual puede significar hasta USD 25 por cada visita al hospital.
Esbozando soluciones
Para dar soluciones definitivas a estas interrupciones de provisión de medicamentos es necesario contar con sistemas de información centralizados, que armonicen los datos de nuevos usuarios, el stock en las farmacias, estimación de necesidades de medicamentos, así como necesidades financieras.
Por otro lado, los contratos de compra deben plantear penalidades y plazos estrictos, de tal manera que ejerzan presión sobre los proveedores y eviten el retraso de las entregas.
Finalmente, se debe empezar a pensar en la integración de la información de usuarios y esquemas de tratamiento utilizados, protocolos de atención, así como de las compras de medicamentos e insumos entre el IGSS, el Ministerio de Salud y otros donantes (Fondo Mundial) de tal manera que las estimaciones sean más reales, los costos de tratamiento más bajos y la respuesta al VIH más integral.
*Asociacion Agua Buena
www.aguabuena.org
lidilt@hotmail.com
Tel: 502-5455-4078
[1][1] Jaime Argueta, “Seguro Social de Guatemala; Una muerte segura y anunciada para las Personas con VIH/SIDA”, noviembre 2005. Disponible en: http://www.aguabuena.org/articulos/guatemala20051102.html